
Una de las causas más frecuentes de consultas pediátricas durante la época invernal son los síntomas por afecciones en el sistema respiratorio, como tos, agitación, ruido al respirar, decaimiento, fiebre o falta de apetito. Algunos de estos síntomas se pueden confundir con los del COVID-19, por eso es necesario su diagnóstico temprano para descartar cualquier complicación futura.
El clima frío y seco, los espacios cerrados y la falta de ventilación pueden irritar las vías respiratorias y causar espasmos musculares, creando condiciones para los ataques de asma, provocar neumonía, bronquitis, bronquilitis, broncoespasmos, laringitis, faringitis, resfrío común tos y otitis.
- Es importante estar atento y cuidar el aire, ventilando los espacios cerrados regularmente, evitar el humo, de cigarrillo, leña o la calefacción con hornallas o calefactores defectuosos que pueden emitir monóxido de carbono.
- Cuidemos la casa, no dejemos que se junte vapor en los ambientes para que no se desarrollen bacterias y moho.
- Evitemos el uso de insecticidas en forma de aerosol.
- Abriguémonos bien, sin descuidar la boca, nariz, cabeza y pecho.
En esta época del año es necesario prevenir las enfermedades y las intoxicaciones respiratorias. En especial, se deben maximizar las medidas de cuidado y estar alertas ante posibles síntomas en bebés, niños, embarazadas y adultos mayores, ya que son lo más vulnerables a este tipo de afecciones.
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