
La Otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. Existen varios tipos como la Otitis Media o la Otitis Externa u “oído del nadador”.
La Otitis Media afecta a personas de todas las edades, pero es más frecuente en niños de 0 a 7 años. Es reconocible por la presencia de líquido (pus, cera o sangre) por la infección del oído medio, aunque no siempre está presente. Puede ser de origen viral o bacteriano y la persistencia durante meses puede ocasionar la pérdida auditiva en niños. En bebés que padecen esta infección la señal principal es la irritabilidad y el llanto. Los niños con esta afección suelen tener dolor de oído, fiebre, malestar general, problemas para dormir, y es común que se presente después de un resfriado.
La Otitis externa u “oído del nadador” es una infección del oído externo que ocurre generalmente en contacto con el agua, ya que favorece el desarrollo de hongos y bacterias. Otras veces puede ser causado por alergias, eccemas, heridas por arañazos o daños provocados por algún objeto. El principal síntoma es el dolor de oído, que puede ir de una simple molestia a un dolor intenso.
Es importante conservar el oído seco después de estar en el agua, para ello seque la oreja y el oído, para que no quede humedad. Lávese las manos después de toser o estornudar. No esté en contacto con personas enfermas por mucho tiempo, la otitis es contagiosa. Cuídese bien luego de enfermedades como resfriados y nosofaringitis.
Ante cualquier duda solicite una cita pediátrica.
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